Viruela del mono o símica, ¿es una enfermedad nueva?

La respuesta corta es: no.

La primera vez que se identificó la viruela del mono, o viruela símica, fue en el año de 1958, así que, definitivamente, no estamos hablando de una enfermedad que sea particularmente reciente. Es más, cabe mencionar que era considerada una de las infecciones virales que se encontraban erradicadas por completo, como la polio; es justo por emerger de nuevo que se está considerando como una emergencia, en el sentido más literal de la palabra (emerger-emergencia).

Otra de las características que tiene esta variante de la viruela que ha provocado la preocupación global que manifiesta, es que era una enfermedad endémica de los países africanos, es decir, no se encontraban casos fuera de ellos, entonces, cuando se empiezan a registrar una serie de casos en otros lugares del mundo es cuando se declara una alerta global y vemos la noticia con las advertencias correr por los noticieros, el periódico y, naturalmente, por todo el internet.

La Organización Mundial de la Salud declaró a la viruela del mono como emergencia de salud pública de importancia internacional el 23 de julio de 2022, al tener registrados más de 19 mil casos en 70 países.

Ojo, no debemos obviar el contexto en el que nos encontramos, ya que aún no terminamos de atravesar la crisis más grave de la salud humana a nivel global en el último siglo. Por supuesto, hablamos de la infección viral provocada por el virus del SARS-CoV-2 (Coronavirus), la cual se propagó exponencialmente a mediados del año 2020, y que, aunque pasaron casi dos años, cuando escuchamos hablar de otra amenaza, no parece que tengamos la preparación para afrontar otro virus supercontagioso y descontrolado. 

En el mismo mes de julio, cuando se dio a conocer la alerta, distintos medios de comunicación informaron, junto con la amenaza de propagación, que el virus de la viruela símica se transmite por vía sexual, sin embargo, la Organización Mundial de la Salud ya anunció claramente que cualquier contacto directo con una persona contagiada, sobre todo con alguien que tenga una erupción cutánea producida por esta enfermedad está en riesgo de contraer la enfermedad, y pide hacer observación de que no todas las personas que han sido contagiadas presentan de manera inmediata la reacción dermatológica o la presentan de la misma manera. 

Ahora, debemos entender por contacto directo lo siguiente:

1. Estar cara a cara, lo que incluye hablar, respirar o cantar cerca de otra persona, donde pueden generarse gotículas o aerosoles de corto alcance. Obviamente, lo anterior incluye estornudar. 
2. Contacto con la piel, es decir, desde tocarse de manera superficial hasta tener relaciones sexuales, vaginales o anales.
3. Contacto boca a boca, por ejemplo, besarse.
4. Contacto boca – piel, como practicar sexo oral o besar la piel con o sin lesiones.

Cabe mencionar que aun para este momento no se estudian por completo los posibles mecanismos de transmisión de la viruela del mono a través del aire, aunque los expertos ya están realizando estudios para obtener más información sobre este tema.

Sobre las formas de tratamiento, existen, con anterioridad, tres vacunas contempladas para esta enfermedad, sin embargo, son escasas y no cuentan con el desarrollo o adaptación requeridos en caso de que el virus presente posibles mutaciones, pensemos en que durante un largo periodo de tiempo no había sido necesario producir una gran cantidad de ellas; pues, como comentamos, se pensaba erradicada y no se extendía fuera de los países africanos. Además, aún ahora no ha sido recomendado un protocolo de vacunación masiva por parte de la OMS, como fue el caso con la pandemia del Coronavirus. 

Sea cual sea la situación actual, te recomendamos que mantengas el hábito de lavado de manos y superficies, y sigas cuidadosamente las medidas que la autoridad determine.